Los almendros ecológicos, igual que toda la agricultura ecológica, precisan de un seguimiento continuado, una dedicación especial y de amplios conocimientos sobre su manejo, mucho mas que en la agricultura convencional. No se puede dejar a los almendros ecológicos que la naturaleza haga todo.
Partimos de la base, y es el objetivo principal, de que los almendros estén fuertes, es decir bien alimentados y sanos. Esto es natural y sencillo de entender, si los arboles están fuertes aguantaran mucho mejor las plagas, las enfermedades, las inclemencias del tiempo, etc. y además nos darán productos sanos y de mayor calidad.
Todos los procesos y actuaciones deben están dirigidas a prevenir, para que los insectos dañinos, como los pulgones, no rompan el equilibrio y se conviertan en una plaga y perjudiquen seriamente a los almendros; prevenir para que no se desarrollen enfermedades como los hongos, etc.
Además de las acciones preventivas hay que estar constantemente vigilando a los arboles y a su entorno y en el momento que se detecta alguna anomalía o amenaza hay que proceder rápidamente antes de que vaya a mas.
Algo muy fundamentental que hay que tener presente en los almendros ecológicos es que su desarrollo y su productividad tiene que ser natural, no de una forma exagerada como ocurre con la agricultura convencional, por lo que nuestra participación tiene que buscar la calidad y no la cantidad.
(En próximas entradas iremos tratando y profundizado en las diferentes actuaciones)
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